La estrategia de la comprensión lectora es la base en la que se apoya todo aprendizaje. Como su nombre lo indica, no es más que procesar la información para que el proceso de aprendizaje sea exitoso.
Se debe hacer un seguimiento de la estrategia, del éxito alcanzado y adaptarla a todos los alumnos. Este tipo de estrategia observa cada movimiento e ideología del alumno y requiere un alto nivel de conciencia de su parte.
Indice
Tipos de estrategias de comprensión.
En el proceso de comprensión del aprendizaje, hay dos estrategias básicas para conseguir el resultado deseado. La primera es la estrategia organizativa de comprensión.
Acá se agrupan las tácticas para identificar la organización o representación de un texto según su contenido. La segunda, es la estrategia de regulación del proceso de comprensión, que están vinculadas a lo que se conoce como metacognición.
Para entenderlo mejor, la metacognición, se describe como tener conocimientos de los propios conocimientos. Los procesos metacognitivos, por su parte son técnicas para reforzar la compresión lectora.
Básicamente establecen objetivos de aprendizaje, se escogen las estrategias y se prueba que el propósito de la estrategia está funcionando. En pocas palabras, es una forma de controlar la comprensión del método de aprendizaje.
Entre las estrategias ligadas a la metacognición se encuentran la planificación, regulación y evaluación.
La planificación
En esta estrategia son los mismos estudiantes los encargados de orientar y vigilar su conducta. Ellos trazan cuáles son sus objetivos y metas de aprendizaje. Eligen los conocimientos que consideran necesarios para ejecutar su tarea.
Crean su propia metodología, deciden con que estrategia trabajaran y se trazan un tiempo límite para la ejecución del proyecto.
Regulación, dirección y supervisión
Estas estrategias se ponen en uso cuando la tarea está en su fase de ejecución. Se realizan con el único fin de medir la capacidad de los estudiantes para seguir el procedimiento que diseñaron.
En el proceso, verifican la eficacia y seguimiento del plan. Reajustan el tiempo y esfuerzo dedicado si es necesario. Y se plantean estrategias alternativas en caso de que la primera opción no arroje el resultado esperado.
Evaluación
Las estrategias de evaluación verifican todo el proceso, durante la fase de ejecución pero sobre todo al final. Con el objetivo de medir los resultados obtenidos. Revisar que cada procedimiento se hizo de manera correcta.
Y por último, valoran si los objetivos propuestos han sido conseguidos, evaluando a su vez la calidad del resultado.
Cada una de las estrategias antes mencionadas, están vinculadas entre sí. Se complementan y ayudan a desarrollar la estrategia de compresión para el aprendizaje. Ya que sería prácticamente imposible llevar a cabo la tarea sin un entendimiento preciso de lo que se debe hacer.